Desconcierto,
descontrol, miedo. Hay muchos sentimientos que me acompañan en esta obscura
habitación, solo un “porqué” y un “no sé” son los que me turban, y un par de
auras obscuras que permanecen embelesadas en su “supuesto trabajo”.
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| Sufrimiento |
No paro de observarlos, ambos se ríen
mezquinamente, lo sombrío de sus rostros contrasta con lo macabro de
sus sonrisas, no sé si llamarlo felicidad o sencillamente sadismo.
Veo la agilidad con la que mueven sus
plumas, haciendo líneas y ondas sobre el papel, como si escribiesen
nombres a gran velocidad, y que al final con un fuerte y extenso
movimiento cegaran la vida de una persona. ¿A esto se le llamara
arte?
No cabe duda que al trabajar transmiten
una emoción, y la única manera en la que la podría llamarla sería
“deseo de destrucción”.
El clima comienza a refrescar, la
habitación parece enfriarse, tanto que aparece una tenue neblina
compuesta de sus acalorados esfuerzos.
Aún no sé qué hago aquí parado,
sosteniendo una pluma y un fardo de billetes. Puede que sea la
suplica de la mujer extraña que desde que entro en la habitación me
pidió que esperara.
Pensé en acercarme y observar pero hay
algo fétido que me repele.
Sudor, una mujer sudada, algunos
pensarían que eso es algo sexi, en especial, el momento cuando la
ropa se transparenta. De momento no es así, no para mí; el hedor
que percibo quizá nubló mi juicio; aun cuando veo el fino sostén
de encaje negro a través de su playera, aun sigo pensando en el
momento idóneo para salir de aquí.
Ese momento es ahora, solo tengo que
deshacerme del cuerpo del delito y pasar por esa puerta; adiós a las
cosas que me obligan a quedarme, al fin y al cabo no es que me
importe el dinero.
¡Oye
Lloyd! No podemos terminar, nos ayudas con el beta
Sin duda la escuche hablar y quisiera
que mi cerebro no relacionara ese nombre con migo; la verdad ya no
quería estar en esa habitación, pero hubiera odiado aun más el que
ella me hubiera estado insistiendo hasta que al fin cediera a sus
peticiones. Que era lo que quería no lo adivine, instantáneamente
ella solo me enseñaba las hojas de la historieta y señalaba unas
partes que había marcado con una “x” a la conclusión que tengo
que llegar según las áreas señaladas es que hay que pintarlas de
negro.
Me senté lo más lejos que pude de
aquellos dos, no sé porque sigo haciendo esto y muchos menos el
porqué estos tipos siguen dibujando con tanto ahincó algo que
probablemente jamás será publicado. Bueno, al menos en esta página
solo tengo que colorear una corbata… listo, siguiente pagina ¿Por
qué rayos en esta página hay tantas personas con el pelo negro
¿trajes negros? y que hace esa chica en esta página, de verdad
tengo que colrear ese pelo, ¡que acaso no es el personaje con el
pelo raro que estaba en esa convención de extraños!. . . es una
especie de exorcismo, no puedo creer que en todas las páginas se use
tanto el color negro, creo que voy a vomitar.
¡Terminamos!
Ya
está todo listo Lloyd ya terminamos, ya puedes publicarlo en tu
revista.
Jamás publicaría algo como esta cosa
en mi revista, nunca ensuciaría mi editorial con tan repugnante
trabajo, además… la revista es de política y negocios y esto no
me sirve ni de caricatura política, puede que el nombre de mi
empresa sea “ABOUGAN” pero definitivamente no abogare por un
comportamiento tan estúpido.
Aquí
tienes Lloyd.
Esta vez no cederé ante esa sonrisa,
no importa que diga y no importa que pase no exista forma o manera
que esta vez haga lo que ella quiere…
Aquí
tienes…
Al
final de ese mes…
No quiero verlo, yo sé que es mi
revista pero no quiero verlo…
Nombre de la revista: INFORMACIÓN
CORPORATIVA
Titulo de la portada: Nuevo Doujin,
“WHISPER, Crónicas de un Ninja adolecente”
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