En la obscuridad un asesino asesta un golpe mortal con su
herramienta de trabajo.
Levanta su mano cubierta de un líquido obscuro y pegajoso; y
mientras que sus ojeras reflejan cansancio, yo solo quedo paralizado ante unos
desgarradores gritos.
¡Muere! , ¡Muereee! , jajaja ¡Muere!!! .
No puedo dar un
paso en esta obscura habitación, lamento el haber entrado, si doy un paso
adelante notara mi presencia si doy un paso atrás jamás podre continuar con mi vida.
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Capitulo 4 Miedo |
Recuerdos pasados
alientan mi mente al temor, mis piernas tiemblan y un sudor muy frio recorre mi
espalda. ¿Dar un paso atrás? , ¡No quiero revivir el pasado! , ¿Dar un paso
adelante? , ¡Acabar de una vez con este tormento! ya no puedo más, tengo que
acercarme ¡nunca fui un cobarde! Aunque esos gritos de muerte no dejan de
turbarme.
¡Muere! , ¡Muere! , ¡¡¡Al fin esta
muerto!!!
¡Ya término! el seguido silencioso momento me aterro; no
pude evitar correr hacia la puerta pero un susurro aterrador hizo que no
pudiera dar un paso más.
Ya está muerto… ahora debo encontrar la manera de revivirlo…
Lo vi verme a los
ojos mientras posaba su herramienta sobre la mesa; me sonrió y yo le
sonreí – creo que fue por nervios
– se movió del lugar en que estaba y se
acercó hacia mi intentando tocarme con sus manos pegajosas.
Huir, ya era
demasiado tarde; el estaba frente a mí con una sonrisa desviada y un rostro de
asesino serial. Balbuceaba algo, intentando hablarme pero cada que se acercaba
su mano a mi traje yo daba un paso atrás. El seguía balbuceando cosas pero yo
permanecía temeroso que se acercara demasiado. Al final no pude evitarlo tuve
que tomar su mano, - ¡aterrado! - no
sabía que me esperaba, pero si estaba seguro que había conocido a otro tipo
raro nada más y nada menos que a un sonriente y macabro artista de manga.
¡Asqueroso! Mis
dedos estaban embarrados con tinta – yo creo que era tinta – esa textura espesa
me causaba nauseas o tal vez era por su olor, se notaba que no había salido de
ese cuarto en días; sudado y usando una camiseta de dibujos animados me
recordaba ha cierta persona de la cual no quería saber nada.
No recordaba que
hacía en ese lugar solo me repetía “tengo que comenzar a delegar” él regreso a
su escritorio, recogió varias páginas y me las entrego. Aun no entiendo
porque pero las metí en mi portafolios y
recibí el dinero que luego me dio aparentemente para cumplir sus sueños, Salí
del trance en el que me encontraba y saque el trabajo de mi portafolios; él en
ese momento dejo de sonreír, puse el dinero a un lado y comencé el trabajo por
el que había llegado.
Revise su trabajo,
rayaba en la mediocridad, cada cosa que veía me recordaba a las cosas que me
habían pasado en días anteriores, los trajes, los dibujos hasta un símbolo de
espiral que el personaje principal ostentaba en la espalda. Le pregunte que era
esto y él me dijo que todo era original.
He ayudado a una
cantidad considerable de autores de grandes obras literarias y de ninguno he
aceptado dinero – no lo necesito – pero debía considerar este trabajo que parecía
la más vil de las copias y que hasta yo, que no soy de este medio lo
pude reconocer… sin duda un “no” es la respuesta.
Escuche sonar la
puerta, el dijo que era su asistente y corrió a abrirla, ahí en esa puerta en este
momento. El azote de las masas, la reina de las excusas vagas segándome con su
sonrisa una vez más, me sujeta como si me conociera de toda la vida y me
observa como un niño que pide de comer.
¡Hola Lloyd
tu también trabajas con el sensei!
…
Porque no puedo
deshacerme de ella.
Continuara...
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