Se
ha escapado tu luz, se ha dispersado tu aroma, de momento…
solo la maleza podada iniciará el término de
tu suplicio.
LA FLOR SALVAJE Y EL DIENTE DE LEÓN |
Ya casi termina el día, el sol cesó
totalmente su intensidad, mi boca está seca y esta chica bajo mi brazo parece
que subió su temperatura ya que
resplandece en un rojo casi carmesí; según parece
el “tipo” no tuvo el valor de acercarse
– era un derrotista – eso sucede siempre en este tipo de relaciones
sin fundamento ni sentido; parece que esta distraída, ya es momento del acto de
escape.
Oye, disculpa, no me has dicho tu
nombre.
Nunca
en mi vida le he hecho daño a una mujer pero por un momento ronda en mi mente
la duda, el recuerdo de que ella es parcialmente responsable del daño a mi
azucena; la pregunta es la alecciono o le agradezco , porque al fin y al cabo ella ahora es agente
libre.
“soy Chris y… podrías soltarme “
Ah… si… perdón.
Si,
es responsable pero no tengo el corazón de tratarla mal; la veo y es bastante
linda aunque no “ese” tipo de linda, m… que hago; no se me ocurre nada, a sí
que… solo voy a eliminar cualquier lazo o relación que pueda tener con
migo – eso es cruel – me
alejo de ella y mi despido tranquilamente; no hay que dar explicaciones, solo gracias,
no hay razón de un nos vemos solo un adiós. Es la forma más sencilla de no
dañar demasiado y no muchas señoritas ha tenido el valor de llamarme luego que
les dé la espalda.
Oye, Chris… disculpa… me darías…
Tu número de teléfono.
¡Rayos!,
me pidió mi numero, caminaba tan rápidamente que pensé que no se le iba a
ocurrir actuar de ninguna forma; además… quien en estos días pide número de
teléfono ¿Qué no sabe de las redes sociales? , ~ Suspiro~ ha… ¿qué me pasa? Tengo que cesar con estas tonterías, ya me
siento antipático.
No le quiero dar mi número pero hay que
intentar algo; muevo mi mano en mi cabello como si estuviera húmedo y volteo a
verla con la más encantadora de mis sonrisas, tengo una respuesta en mi mente,
espero que no sea demasiado brusca. Dicen que se puede decir cualquier cosa si
tu sonrisa en ese momento es lo suficientemente encantadora y bueno hay que
hacer la prueba.
“No, no te doy mi numero”
Sus
ojos se inundan en lagrimas, ¡cómo es posible!, no tengo más que minutos de
conocerla, maldita Hera, espero que este no sea otro de tus trucos.
No
quiero darle un número falso, no soy tan cruel y sin duda no le voy a dar el
verdadero… bueno solo queda intentar
algo diferente.
Chris
cambia la expresión de su rostro y el ambiente toma un tono rosa, suavemente
camina hacia ella planeando al dar cada uno de sus pasos, dirige su mirada
intensamente a la de ella y su rostro se puso tan pálido que transparenta;
Chris la sujeta de la cintura y la acerca hacia él, por su pequeña estatura
ella queda con los pies un poco en el aire. Chris acerca su rostro al de ella
aumentando un poco la respiración, la respiración de ella aumenta de manera
exponencial mientras más se acercan sus rostros hasta cuando sus labios están a
punto de tocarse, hasta cuando sus labios alcanzan un roce luego de un último
suspiro ella se desmaya.
3ra.
Técnica, “beso fantasma roba almas”; hasta este día jamás he besado a nadie,
porque las pocas veces que lo he intentado ella acaba de la misma manera que
ahora, desmallada en mis brazos, no sé si es una habilidad o una maldición pero
esta vez sí fue de utilidad; ahí hay una banca, me voy, me despido señorita,
ojala que la banca no esté tan fría. Ahora a mi casa, tengo hambre, no puedo
creer que “el tipo” haya rechazado un almuerzo de ella.
Chris
camina felizmente hacia su casa y frente a él cruza una joven: es pequeña y linda
con el pelo corto que imita a un diente de león recién florecido, su complexión
es atlética pero elegante y va sonriendo de una manera elegante aunque nadie la
acompaña.
Que
agradable presencia, me pregunto a cual flor imitas; eres muy bella pero yo me
quedo con mi azucena.
Adonis,
Adonis, es ella adonis es una ninfa; tráela, regrésala a los campos elíseos.
Chris
pone una cara de desagrado y no es de extrañarse ya que fue un día largo.
Claro,
típico de un dios, no puede un mortal buscar la felicidad porque rápidamente
lanzan piedras en el camino; aunque de esta piedra haya florecido una flor, no
estoy de humor para tratar con lo divino, prefiero a mis padres, al menos ellos
no me fastidian la existencia ¡HU!... ~suspiro~ ahora que voy a hacer no tengo
energías ni planes para este momento.
Continuara…
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